Cuando finalmente una pareja decide enfrentarse a una ruptura, nunca es una experiencia agradable. Lo más normal es que sea una situación triste y estresante. Y, en la mayoría de los casos, produce importantes consecuencias económicas, sociales y emocionales.
Por ese motivo, es importante conocer todas las opciones posibles en esta situación, para poder así tomar la mejor decisión. Sabemos que podemos separarnos, y también que podemos divorciarnos de nuestra pareja. Pero, ¿sabes cuál es la diferencia entre separación y divorcio? ¿Qué diferencia hay entre un divorcio de mutuo acuerdo o uno judicial? A continuación, profundizamos en todas estas cuestiones.
Diferencias legales entre separación y divorcio
Depende de si decides llevar a cabo una separación o un divorcio, las consecuencias de cada una serán distintas. Por decirlo de forma muy general, la separación supone el cese efectivo de la convivencia de la pareja reconocida de forma legal, mientras que el divorcio supone un paso más, en el cual, el vínculo matrimonial se extingue.
A continuación veremos las distintas diferencias de una y otra de forma pormenorizada.
SEPARACIÓN | DIVORCIO |
No se rompe el vínculo matrimonial: solo se rompería en caso de fallecimiento, o divorcio. | El vínculo matrimonial desaparece. |
No pueden contraer de nuevo matrimonio, ya que en España tan solo podemos estar casados con una sola persona. | Una vez el divorcio es efectivo, cualquiera de los cónyuges puede volver a casarse. |
La herencia en términos legales sigue intacta. | Deja de valer cualquier derecho sucesorio que hubiera entre los cónyuges de forma legal, además de las obligaciones derivadas del matrimonio. |
En este apartado vale la pena resaltar que hay dos tipos de separación:
- Separación de hecho: en la cual las partes deciden separarse ya sea de mutuo acuerdo o de forma unilateral. Al no terminar el régimen matrimonial, es muy recomendable regular las relaciones con los hijos si los hubiere y otros aspectos matrimoniales.
- Separación legal o judicial: Interviene un juez, el cual dictamina una sentencia de separación que no solamente será de hecho, sino que tendrá efectos legales.
Similitudes entre separación y divorcio
De la misma forma que hemos visto las principales diferencias entre separación y divorcio, hay también ciertas similitudes que cabe tenerlas en cuenta y que a continuación repasamos una por una.
- Cese de la convivencia: Cuando los cónyuges deciden separarse o divorciarse, la convivencia común en el hogar desaparece, y dejan de vivir en el mismo techo.
- Transcurso de tiempo: Tanto el divorcio como la separación, pueden llevarse a cabo pasados, al menos, 3 meses desde la celebración del matrimonio (con la excepción muy importante de tratarse de un caso de maltrato, en que este tiempo no aplica).
- La relación con los hijos de ambos: Lógicamente, ante un divorcio o separación, los hijos son las primeras víctimas de tal decisión. Por ese motivo, la Justicia intenta encontrar la mejor solución para el bienestar de los menores. Quedan en una situación de desprotección, por lo que el objetivo es encontrar una solución que busque preservar los intereses de estos menores por encima de cualquier otra cosa. En consecuencia, los cónyuges deben establecer, al menos:
- Un tipo de guarda y custodiaPatria potestadRégimen de visitas
- Pensión alimenticia
Todo ello quedará reflejado en un convenio regulador que deberá aprobar un juez. Este documento es clave, ya que marcará las pautas a seguir a partir de esta nueva situación. Eso sí, el convenio puede ser modificado en cualquier momento.
- Disolución del régimen económico: En ambos casos, tanto si ocurre una separación legal como un divorcio, se procede a la disolución del régimen económico, para posteriormente entrar a liquidar los bienes y hacer el reparto. Es importante puntualizar que en el caso de la separación debe ser una separación legal, no sería así en una separación de hecho.
Este reparto podrá producirse de dos maneras: reparto en gananciales o en separación de bienes. La primera conlleva algo más de dificultad que la segunda, cuyos cálculos serán algo más sencillos.
Tramitación del divorcio y de la separación
En ambos casos, la tramitación del divorcio y de la separación puede darse de dos maneras: de mutuo acuerdo, o por vía judicial. Pasamos a ver a continuación cada uno de estas dos opciones:
Separación o divorcio de mutuo acuerdo
Cuando la separación o el divorcio se llevan a cabo de mutuo acuerdo, todo es más sencillo, menos doloroso para las partes implicadas, y además, menos costoso hablando en términos económicos.
¿Cómo se consigue una separación o un divorcio de mutuo acuerdo? Lo fundamental es que la pareja sea capaz de sentarse y hablar apaciguadamente para llegar a un acuerdo en común que ambos aprueben. Para lo cual se recomienda contar con el asesoramiento de un abogado de familia que redacte el correspondiente convenio regulador, para que posteriormente, sea aprobado judicialmente en el caso de que la pareja comparta hijos comunes.
Para ello, muchas veces es recomendable acudir a la mediación familiar, un procedimiento que ayudará a que esto sea posible. La mediación familiar podríamos tratarla como algo intermedio entre el mutuo acuerdo y la vía judicial, sin embargo, hemos preferido tratarla dentro del mutuo acuerdo ya que, de ser exitosa, el final es amistoso, tal y como ocurre cuando hay mutuo acuerdo. En esta mediación familiar, será un profesional quien guiará a las partes y mediará entre ellas para encontrar ese acuerdo entre las partes.
Separación o divorcio por vía judicial
En caso de no llegar a ningún acuerdo entre las partes, deberemos recurrir al procedimiento contencioso, a la vía judicial.
Es un proceso más largo, tedioso, y acarrea mayores gastos económicos. Sin embargo, la peor consecuencia si cabe de tener que recurrir a esta vía es que será el juez quien determine las medidas a aplicar, y puede que no satisfagan a ninguna de las partes.
Acompañamiento legal como consejo en estas situaciones
Tanto si se atraviesa una situación de separación como de divorcio, ambas son situaciones estresantes, dolorosas y probablemente traumáticas, en las que cuesta muchas veces mantener la cabeza fría y tomar decisiones adecuadas, por razones obvias.
Por ese motivo, tanto si necesitas asesoramiento legal porque no tienes claro cómo proceder, como si necesitas un abogado que te acompañe y te aconseje a la hora de llevar a cabo acuerdos necesarios o conversaciones importantes, es fundamental que cuentes con un letrado de confianza que hará que las cosas sean un poquito más sencillas.
Por lo tanto, te aconsejamos que no tengas reparos o miedos en consultar tus dudas con un abogado. El cual estará preparado profesionalmente para llevar adelante tu caso y luchar por los intereses que realmente importan, y podrá mantener la cabeza fría y aconsejarte en momentos clave.